viernes, 19 de mayo de 2017

PRÓXIMA ESTACIÓN: VIOLENCIA

Aficionado y estudioso de la historia, muchos historiadores profesionales rebaten mi teoría sobre la repetición de los hechos históricos a lo largo del tiempo, adaptándose a la época en que se desarrollan, pero siguiendo una misma pauta de actuación.

El partido político que nos llevó al enfrentamiento civil primero y a la cruzada de liberación posterior, el PSOE, está actualmente en la misma situación de deriva a la que se hallaba en los años 1934 a 1936. El actual enfrentamiento entre los candidatos a la secretaría general, es un calco del que tuvieron en su momento Largo Caballero, Indalecio Prieto y Julián Besteiro; uno más moderado y otros partidarios de implantar las ideas marxistas más radicales y de llevar al país a la guerra civil y a la dictadura del proletariado. No hay más que leer sus intervenciones públicas en la hemeroteca de "El Socialista", a la que no resulta difícil acceder.

El choque resultó tan brutal, que partidarios de Largo Caballero intentan asesinar a Indalecio Prieto en un mitin que celebró este último en la plaza de toros de Écija, pueden leer la crónica completa en la hemeroteca del periódico ABC de fecha 2 de junio de 1936.

El PSOE ha tenido siempre la extraña "virtud" de trasladar a los españoles sus conflictos internos y sus ansias de poder, lo que nos ha llevado desde su existencia a múltiples conflictos que se han llevado una cantidad notable de vidas.

Hoy, igual que en plena segunda (y detestable) república, hay un partido marxista con notable representación parlamentaria y pública, Podemos, al cual necesita el PSOE para poder llegar al poder. El PCE de la segunda república se hallaba en la misma situación, llegando a convertirse en un parásito que sorbió la sangre de sus teóricos socios y llegamos donde llegamos con la ayuda inestimable de la URSS.

En 1936 el debe de semejante chusma reflejaba una gran cantidad de atentados contra la Iglesia, sus ministros y sus edificios; un más que notable número de atentados, innumerables huelgas violentas y otros actos que no solamente quedan reflejado en los relatos históricos, sino que también son recordados por la memoria popular.

Los carlistas éramos la única formación política preparada y dispuesta a repeler posibles ataques y a levantarnos en armas contra el desgobierno republicano, la única. Digo bien porque FE de las JONS no dejaba de ser una organización fascista, y por tanto próxima al socialismo, más dedicada al pistolerismo que a otra cosa; pero al resto de España desde el 14 de abril de 1931 y hasta el asesinato de don José Calvo Sotelo, todas estas tropelías nos pilla con el paso cambiado y con un despiste más que notable. Las izquierdas ganaron la calle, ganaron las instituciones, saquearon lo que les dio la gana y no ocurrió nada hasta la fecha del asesinato de uno de los líderes de las derechas.

Emilio Mola Vidal, republicano y posiblemente masón, no conseguía llegar a un acuerdo de alzamiento con la Comunión Tradicionalista Carlista. Los Requetés eran necesarios para el triunfo del golpe de estado ya que los militares no se fiaban en ningún momento de los soldados de leva, pero el general Mola no estaba por la labor de aceptar las exigencias que muy coherentemente había puesto sobre la mesa don Manuel Fal Conde. Franco estaba por colgar el uniforme y presentarse como candidato de un partido de las derechas por la circunscripción de Cuenca y no pensaba en sumarse a la rebelión. Sanjurjo se encontraba exiliado en Portugal y el resto de generales dispuestos a levantarse, estaban a la espera de las órdenes que llegaran de "El director".

Calvo Sotelo es sacado de su casa en Madrid la noche del 12 al 13 de julio de 1936 por la escolta de Indalecio Prieto, conocida como "La Motorizada". A Gil Robles y Goicoechea no los encontraron en su casa, sino tal vez, estaríamos hablando hoy de tres líderes de la oposición asesinados. El jefe del comando era el capitán Fernando Condés, instructor de "La Motorizada" e instructor de las milicias del Frente Popular. Una vez sube Calvo Sotelo al coche del comando asesino, quien le da el tiro en la nuca es Luis Cuenca, escolta de Indalecio Prieto. Consumado el magnicidio, Condés se dirige al domicilio de Juan Simeón Vidarte, destacado socialista y masón, para buscar refugio y logran esconderlo en casa de Margarita Nelken, socialista que acabaría en el PCE. Condés informa a Prieto, quien a lo largo de la guerra civil los beneficiaría notablemente, encargándoles misiones de represión tras las líneas. Simeón Vidarte dan numerosos datos de este hecho en sus memorias, en sus desmedidas memorias.

El asesinato crea tal convulsión en todas las fuerzas opositoras a la república, que entre los días 14 y 15 de julio de 1936, Mola accede a las exigencias de la Comunión Tradicionalista Carlista, J. A. Primo de Rivera le hace llegar un mensaje desde la cárcel de Alicante poniendo a los falangistas a sus órdenes y Franco le comunica su adhesión al alzamiento. 


Calvo Sotelo ya había denunciado el desamparo en el que se veía por parte de su escolta, como así denunció Gil Robles en la diputación permanente del congreso de los diputados: El miércoles pasado, señores diputados –hace hoy exactamente ocho días–, el señor Calvo Sotelo me llamó aparte, en uno de los pasillos de la Cámara, y me dijo: “Individuos de mi escolta, que no pertenecen ciertamente a la Policía, sino a uno de los Cuerpos armados, han recibido una consigna de que en caso de atentado contra mi persona procuren inhibirse. ¿Qué me aconseja usted?”. “Que hable usted inmediatamente con el Ministro de la Gobernación”. El señor Calvo Sotelo fue a contárselo, el miércoles o el jueves, al señor Ministro de la Gobernación, el cual, según mis noticias tenidas por el señor Calvo Sotelo, dijo que en absoluto de él había emanado ninguna orden de esa naturaleza. Pero el señor Calvo Sotelo tuvo una confidencia exactísima.

Y nos pillaron a todos con el paso cambiado, a pesar de las señales que se venían dando desde había mucho tiempo. ¿Recuerdan el atentado contra Aznar? Felipe González había dado órdenes de reducir la escolta del líder de la oposición, sobre todo en las labores de contra vigilancia. Nada nuevo bajo el Sol, la historia se repite una y otra vez y no queremos darnos cuenta.

La actual situación es muy parecida, un PSOE desarbolado y ansioso por llegar al poder y un Podemos revolucionario y pijo marxista decidido a cambiar a España y los españoles según les convenga a ellos en cada circunstancia. Los ataques contra la Iglesia y nuestras tradiciones están a la orden del día, la tergiversación sobre nuestro pasado con la estúpida ley de la amnesia histérica y la ocultación de nuestro glorioso pasado, son constantes. Hemos pasado de ser la Nación que abrió las puertas de la Edad Moderna con el descubrimiento de América, a convertirnos en los genocidas de los pueblos indígenas ¿Alguien entiende algo? De la corrupción mejor ni hablemos.

Nuevamente tenemos ante nuestras narices todas las señales que nos indican hacia donde vamos. Otra vez estamos sufriendo, como en 1934, una involución consentida por la estúpida derecha a manos de los marxistas con la colaboración gilipollesca de un PSOE que no ve más allá de sus narices y solo quiere el poder por el poder. Están asaltando capillas, boicoteando romerías, poniendo trabas a la semana santa e incluso al irreverente carnaval de Cádiz. Ya no hablemos de hacia donde va el ordenamiento jurídico que nos va a imponer en breve una serie de normas sobre como debemos pensar, escribir o actuar con los homosexuales, transexuales y bisexuales.

¿Nos estamos dando cuenta o no queremos darnos cuenta? ¿Qué más es necesario que ocurra para que empecemos a actuar firmemente y en serio? ¿Vamos a trabajar como siempre lo hemos hecho o nos hemos convertido en meras máquinas partitocráticas de este sistema que va a intentar asesinarnos en cuanto tenga ocasión?

Como en toda casa, como en toda familia; los carlistas tenemos nuestras diferencias, en algunos casos notables... pero como he dicho en otras ocasiones, nos estamos olvidando de los dos principios más importantes de nuestro cuatrilema: Dios y Patria. Si no damos un carpetazo sobre la mesa, un puñetazo si es necesario, y aparcamos el resto; tenemos los días contados, den si no un vistazo a la historia. Las amenazas verbales se convirtieron en ataques aislados, los ataques en un golpe de estado en 1934 y una cruzada en 1936. En 1934 no se quiso aplicar la ley contra los alzados en armas ni contra los impulsores políticos directos; lo mismo que está ocurriendo hoy con este nefasto gobierno que facilita la excarcelación soterrada de etarras y permite la libre circulación de grupos anarquistas sin control en los movimientos "okupas".

Ser católico y sentirse español está perseguido, incluso oficialmente en Cataluña y las Vascongadas. ¿A qué esperamos queridos Carlistas? Hace años que adoctrinan a nuestros hijos en el colegio y en su entorno social, dentro de poco nos dirán que hemos de comer, como hemos de pensar y llegará un momento en el que será demasiado tarde. 

El tren hace tiempo que ha partido, ya ha pasado por las estaciones de: DESESTABILIZACIÓN, FRAUDE, CORRUPCIÓN, INVOLUCIÓN, DESACATO, MENOSPRECIO y ha hecho una breve parada para cargar sus reservas en ESTADO IMBÉCIL, la próxima parada: ESTACIÓN VIOLENCIA.

¿Vamos a hacer algo o permitiremos la eliminación física nuestra y nuestras familias?


  

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