lunes, 28 de noviembre de 2011

El carlí més popular d'Ardèvol

Hace unos días, mi querido suegro se estuvo dedicando a ordenar su fondo documental, alegando que no quería dejarnos papel alguno fuera de lugar cuando se muriera y me cedió el documento que seguidamente transcribiré en esta página. Podemos asegurar, sin temor a errar, sobre el pesimismo pragmático de mi suegro. Dios mediante cumplirá 87 años el próximo mes de enero, a pesar de los achaques lógicos de su edad.

De paso, he de aclarar a aquellos que se han interesado por este Blog y quien esto escribe una serie de conceptos.

En febrero de 2009 y tras veintidós años de abnegado trabajo, me encuentro con una carta de despido y la consiguiente indemnización. Tardé casi diez meses en encontrar otro puesto que me permitiera llevar a casa un sueldo. De un trabajo de despacho y con horarios más o menos normales, he pasado a un trabajo más de... "campo" y con tramos de trabajo de doce a catorce hora durante veintisiete o veintiocho días al mes. Lo cual me ha restado tiempo para muchas cosas y el poco que me queda libre, procuro dedicarlo a mi familia. Desgraciadamente no he podido, ni puedo aún, asignar tiempo a mis amigos, ni a mis correligionarios y poco o nada a nuestra Causa mediante este Blog, aunque si procuro hacerlo en el día a día, porque ni me escondo, ni me avergüenzo por ser carlista. A todos mis amigos y correligionarios, debo daros las GRACIAS por vuestro apoyo.

También ha habido algún idota que ha intentado regocijarse ante mi inactividad pública temporal en este Blog, intentando hacer leña del árbol caído, sin tener la menor idea del motivo. Pero solo se ha "atrevido" a hacerlo mediante correo anónimo o a través de terceros. Pues aunque le pese, seguimos en la lucha, sin escondernos y sin avergonzarnos de ser Carlista. Y repito, es un IDIOTA, lo reitero por si tuviera el valor de denunciarme, así por lo menos nos veríamos las caras en el juicio. Pero va a ser que no.

Volviendo al documento que se transcribe, se trata de un artículo aparecido en el periódico independentista "Regio 7", en fecha 15 de Enero de 2000; realizado por Ramon Felipó i Oriol (texto e ilustraciones) y Salvador Redó (ilustraciones). Se conmemoraba el centenario de la muerte del general Rafael de Tristany, refiriéndose a él como EL CARLÍ MÉS POPULAR D'ARDÈVOL (El carlista más popular de Ardèvol).

En la foto grande aparece la casa familia de los Tristany cerca de Ardèvol, aunque el término municipal pertenece realmente a la población de Pinós; centro geográfico de Cataluña y en cuyo santuario descansan los restos del teniente Willis, fallecido en el sitio de Igualada durante la tercera guerra. Continúa el artículo diciendo: Esta es la casa en la que nació Rafael Tristany i Parera. Murió en el exilio, en Lourdes y el traslado de sus restos, en 1913 hasta Ardèvol (pasando por Barcelona, Manresa, Súria y Cardona) resultó ser uno de los últimos grandes actos populares del carlismo. Existen libros y numerosos documentos gráficos en los que puede verse cuan popular y querido era el general Tristany, sí como la ingente cantidad de personas que acompañaron y velaron en todo momento sus restos mortales.

"Los Tristany de Ardèvol (Solsonès) son la familia carlista que tal vez ha dado más hombres por la defensa de su causa en toda Cataluña. El general Rafael Tristany i Parera (Ardèvol 1814 - Lourdes 1899), luchó en Cataluña y Euskalherría por los Reyes Carlistas; su vida fue de una entrega total a la dinastía carlista y murió, como tantos otros de los suyos, en el exilio.

Su biografía está explicda en la mayor parte de los libros carlistas, pero especialmente en "Historia del Tradicionalismo Español" de Melchor Ferrer; en la pequeña biografía de Joan Garrabou, que tan solo ofrece unas pinceladas; en el libro del doctor Llorens; y sobre todo en la magnífia y etraordinaria obra de César López Hurtado "Els Tristany d'Ardèvol, Carlins irreductibles" ("Los Tristany de Ardèvol, Carlistas irreductibles), que tal vez sea la mejor historia de una familia de la Cataluña central (independientemente de su contenido carlista), ya que los datos biográficos van desde el siglo XVI hasta la actualidad, y explica la vida de los miembros de esta dinastía del Solsonés y, por extensión, de como era la vida en toda la comarca.

Como ya hemos dicho, el general Tristany falleció en 1899, el día 17 de junio en Lourdes (Lorda d'Occitània), en Francia. Fue enterado en esa ciudad, donde vivió los últimos años, pero el carlismo catalán quería trasladarlo a su patria y decidió organizar el traslado de sus restos mortales, lo que sin duda, fue uno de los últimos actos carlistas importantes. Los carlistas organizaron un acto multitudinario y fueron por miles los que se desplazaron a Lourdes, para recoger el cuerpo de Tristany, e hicieron lo que llamarían EL PEREGRINAJE DE LA LEALTAD.

Para poder entender lo que significó el acto del traslado de su restos mortales, se puede consultar el libro "Album histórico del carlismo, 1833-1933", que recoje los hechos más importantes de los carlistas en sus primeros cien años de existencia. Este libro, impreso en Barcelona en 1935, es de Juan María Romá, el hombre que coordinó el traslado del cadaver del general Tristany.

Para este acto, los carlistas se trasladaron a Lourdes el 23 de Abril de 1913 y contaron con la presencia del Rey Carlista en ese momento, Jaime III.

Tras las ceremonias religiosas y de despedida a Francia, fue llevado en tren hasta Portbou y desde allí hasta Barcelona, también en tren; donde llevó el día 26 de Abril. Su féretro estaba cubierto con una cinta que decía "A Tristany. Jaime". Después de unos solemnes actos religiosos en Santa María del Mar, de un desfile cívico y patriótico en el salón de San Joan y de despedida bajo el Arco del Triunfo de Barcelona, sus restos mortales emprendieron la marcha hacia Manresa, donde el día 27 de Abril volvieron los actos religiosos en la Seu. Por la tarde del mismo día, la comitiva partió hacia Súria y Cardona, donde también recibió honores por parte de los carlistas, sacerdotes y el pueblo en general. Finalmente, sobre las diez de la noche, llegaron a Solsona.

Se repitieron nuevos actos de homenaje i al día siguiente, emprendieron el camino hacia Ardèvol, pasando por el santuario de el Miracle, donde los miembros de la comunidad benedictina también rindieron recuerdo al general Tristany. Ya en Ardèvol, volvieron los homenajes, Misas de sufragio y finalmente el entierro en el cementerio del pueblo, acompañado siempre por toda su familia. Es necesario decir que el entusiasmo popular que acompañó al traslado de sus restos mortales, fue debido al hecho de estar escoltado en todo momento por centenares de antiguos soldados suyos, como puede leerse en el libro "Pablo Jacas Dalmau, biografía de un Carlista", de Fermí Prunés.

Años después, el carlismo catalán participó en la agrupación política "Solidaritat Catalana", pero después de la guerra civil, tal vez a causa de la desaparición de Alfonso Carlos, último pretendiente de la dinastía, su arraigo popular, fue menguando".

Hasta aquí el artículo. Un saludo.

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