
Esta mañana, charlando con unos cuantos contertulios en el salón de casa y todos ellos votantes de la CTC en las últimas generales, me hacían especial hincapié sobre el tema del futuro Rey y les di como respuesta las acertadísimas palabras de mi querido José Miguel Orts en Morella: El Rey vendrá cuando Dios así lo quiera.


Lo cierto es que don Javier II, don Carlos Javier I, don Carlos VIII o don Jaime IV, deben tomar claramente las riendas y ocupar el puesto que les corresponde sin perder ni un minuto más, es mucho lo que está en juego, mirad nuestro cuatrilema: DIOS, PATRIA, FUEROS, REY y convenceros de una puñetera vez que no estamos jugando al monopoly o al trivial, estamos perdiendo el tiempo y somos/seremos CULPABLES por innacción del futuro de nuestros hijos y nietos. Y el Carlismo no puede permitirse la conversión en un liderazgo político al frente de su más alta magistratura, porque dejaría de ser CARLISMO. El Rey, es o será REY DE LAS ESPAÑAS, no presidente de la CTC. A ver si lo tenemos claro de una vez por todas y nos quitamos la pájara de encima.

La situación en España y en el mundo es muy complicada y nos esperan meses y años, tal vez, mucho peores. Nuestra patria es el solar privado de los nuevos señoritos de la política, que empozoñan el suelo de nuestra nación con las patas podridas de su apestosas jacas que son la corrupción, la mentira, el engaño y el empobrecimiento de los más desfavorecidos. Mientras los politicastros se enriquecen, nuestros compatriotas padecen y llegar a fin de mes es un milagro, subsistir decentemente casi un imposible y educar a sus hijos, algo totalmente inviable.
En la América Hispana tenemos la amenaza socialista de Chávez, Evo Morales y otros que se perfilan. Con el dinero del petróleo, los apoyos militares de Rusia y el apoyo económico de Irán van a devastar el continente. Hasta Chile, Colombia y la Argentina de los Kirchner están en peligro. Una Argentina con una clase política muy desgastada, una presidenta que no deja de ser una marioneta en manos de su marido, acosada por las depresiones e incapaz de tomar una resolución propia. Una Argentina en la que el radicalismo se está adueñando de los más desfavorecidos, de los más pobres; porque no ven futuro. Con todos los defectos que se le puedan achacar,
Perón sacó a los pobres de sus miserias y los dotó de escuelas, de hospitales, de trabajo, de vacaciones, de seguros sociales, de médicos gratuitos, de viviendas dignas y baratas; aún por eso siguen muchos votando al justicialismo corrupto de Menem, Kirchner y demás ralea. Pero no tienen más solución que esa, o votar a los todavía más confusos del partido "radical", al Frepaso o a la UCD. En toda la América del Sur se está generando un caldo de cultivo que va ser fatal para todos. Y nuestro Rey Legítimo, podría tomar las riendas e influenciar mucho en esos países, en los que nos detestan y nos aman a la vez. Ese es un papel internacional importantísimo para nuestro monarca, aunque no disponga de la corona de España, por el momento.

Tenemos un continente como África tremendamente asolado por todas las miserias, desastres, guerras, manipulaciones, corrupciones y matanzas que podamos imaginar. Totalmente desarticulada en el cenro y en el sur, pero tremendamente intervenida en el norte por los islamismos radicales que promueven la "jihad" contra occidente empezando por España. Y si alguien tiene dudas de esta aseveración, que lea los comunicados de Al-Qaeda.
Tenemos una Europa descristianizada y que se está descristianizando a pasos agigantados. Una labor que puede llevar a cabo nuestro Rey y que puede ser punto de referencia, apoyo y catalización de las asociaciones católicas para organizar un frente amplio en el parlamento europeo, para recuperar las raíces cristianas del viejo continente. Eso hay que hacerlo trabajando cada día, y en el marco legal que tenemos por el momento. No hay otra salida.
Tenemos un Oriente Medio, muy complicado como ya hemos citado en anteriores "Reflexiones" y en el que nuestro monarca tendría un papel preponderante como mediador, como portavoz, como hombre de estado, que no tiene que mostrarse políticamente correcto.
Nuestras relaciones con el Vaticano y con la jerarquía eclesiástica española necesita urgentemente la presencia del Rey, para que este les diga claramente y sin tapujos lo que corresponda en cada momento. Porque como hijos de la Iglesia, tenemos que decir la verdad en cada momento, incluso cuando la obra humana de la Iglesia, la jerarquía, toma caminos erróneos o equivocados. Cuando se equivoquen, en vez de jalearlos, hay que recriminarlos y recordarles, como hizo un querido amigo hace pocas fechas al Abad de Montserrat: "No se olvide que en Montserrat, le asesinaron a más 60 de los suyos". Quien ama algo o a alguien no puede verle solo virtudes, porque no sería amor; no puede verle solo defectos, porque no la amaría. Cuando se critica a la conferencia episcopal y cuando se les jalea es porque los amamos, el amor es puro aunque el destinatario de nuestro cariño yerre. No criticamos a la Iglesia en cuanto a obra del Altísimo, sino las actuaciones de la parte humana de la Iglesia.
Por favor, a quien corresponda: NO PODEMOS PERDER MÁS TIEMPO. Necesitamos luz y taquígrafos en este tremendo problema y los necesitamos ya. Os recuerdo la importancia de nuestro lema y de lo que estamos defendiendo. Hay que plantear a los príncipes, ¡YA!, que van a hacer y si no van a hacer nada, les damos el finiquito, que para eso somos CARLISTAS y capaces de despedir a quien no tenga los atributos necesarios para representarnos, pero sobre todo para representar y defender a DIOS, a mis amadas ESPAÑAS, a lols FUEROS como justas leyes para mi patria y por su puesto, para defender y representar cada día a su responsabilidad como REY. Porque tenga claro el Monarca, que si no sabe ganarse el pan con el sudor de su frente, puede encontrarse con un finiquito y sin derecho a paro.
¡Viva España! y ¡Viva el Rey!
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