miércoles, 17 de septiembre de 2008

Dos sargentos en la batalla del Ebro

Entresacamos del "Diario Español" de Tarragona, la gesta de los heroicos y laureados requetés del Tercio de Ntra. Sra. de Montserrat en la batalla del Ebro.

Don Francisco Gavaldrá Eloy y don Eusebio Farrés Arqués. Los dos pertenecían al laureado Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat. El Tercio de Montserrat tuvo una heroica actuación en esta batalla. Su balance fue éste: 164 muertos y más de 700 heridos.

Fue la Unidad que más bajas tuvo de la 74 División de la que formaba parte -me recuerdan.

Francisco Gavaldrá Eloy es natural de La Canonja. Se enroló en el Tercio el 27 de septiembre de 1937, en el Seminario de San Carlos, en Zaragoza, donde se estableció un banderín de enganche.

Fue nombrado sargento por méritos de guerra en la Batalla del Ebro. Los recuerdos, las escenas heroicas, como comprenderán ustedes, son innumerables. No caben ni en un libro. Sólo hemos querido espigar un poco y, sobre todo, entrar en la humanidad de estos dos hombres.

—¿En qué punto combatió usted?

—En Villalba de los Arcos. Allí nos pegamos la gran paliza, deteniendo el ataque rojo que pretendían tomar el pueblo. Yo formaba en la Segunda Compañía y tuvimos muchísimas bajas. Siempre recordaré el día 19 de agosto. Fue el día en que volvimos a atacar en un cruce de caminos. Salimos sesenta y siete de la Compañía, a las nueve de la mañana, sin ningún elemento para cortar las alambradas y nos retiramos a las nueve y media de la noche. Sólo regresamos seis de los sesenta y siete. Uno de ellos era nuestro actual consiliario, mosén Nonell. Pero antes de retirarnos, aún pudimos salvar a nuestros heridos.

—¿Salió bien librado usted?

—Afortunadamente. El día de San Marcos me alcanzó una bala explosiva, pero sin importancia.
Interviene el señor Farrés Arqués:

—De los 850 requetés del Tercio de Montserrat que el 28 de julio fuimos a la Batalla del Ebro, a Villalba de los Arcos, más de 22 oficiales y 33 sargentos, el 28 de agosto sólo quedaban 108 requetés y tres alféreces.

—¿Lo recordarán siempre?

--Ya lo creo. Madre de Dios. No hay día en nuestra vida que no pensemos en ello.

—¿Cuál es el recuerdo más duro que guarda? —pregunto al señor Gavaldá.

—La batalla del 19 de agosto, cuando nos quedamos casi solos y murieron nuestros mejores amigos. Ese día el Tercio tuvo 58 muertos y 170 heridos, tan sólo en el espacio de dos horas.
El señor Farrés agrega:

—Pero tuvimos la gran alegría de que el Tercio fue la primera unidad que llegó a tocar el agua del río Ebro, en Benifallet. Fue el 4 de noviembre. El sargento Masanés llenó su cantimplora con agua del Ebro y se la ofreció a nuestro comandante Norberto Baturone.

—¿Cree que la gente de hoy comprende en su justa medida la epopeya de aquella batalla?

—Yo creo que no.

—¿Cuántos días estuvo usted?

—Del 28 de julio, a las ocho de la mañana, en que llegamos a Prat de Compte y fuimos ametrallados por la aviación roja, hasta finales de septiembre. Y una vez finalizada la batalla, estuvimos de posición en Benisanet, donde también sufrimos varias bajas.

—¿Cuántas horas durmió en ese tiempo?

—Tan pocas como quiera. No se podía dormir. Pero hubo detalles gratisimos, como aquel día en que, hasta las trincheras, llegó café con hielo, cuando el calor era ciertamente achicharrante.

El señor Farrés, hombre que conoce a la perfección el más pequeño detalle de la Batalla, pensando en la inauguración del monumento, hoy, en Tortosa, me explica:

—El 19 de septiembre de 1938. en el «Puig l'Aliga», el sargento Tomás García Balaguer, natural de Roquetas, recibió cuarenta y siete heridas y murió a consecuencia de ellas el 24 de agosto de 1940.

Y pregunto finalmente al señor Gavaldrá Eloy:

—¿Ha visto usted el monumento?

—No. Pienso verlo hoy.

Y el hombre se emociona.

D. DE LA FUENTE TORRON






Nota de R. C.: Jamás debemos olvidar la gesta de estos hombres y los que como ellos ofrendaron su vida por la Causa. Cuando nos invada el pesimismo o la desgana, debemos pensar en ellos y en tantos carlistas como dejaron su vida por todos nosotros.

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