viernes, 29 de junio de 2007

MEDIDAS DE SEGURIDAD (01)

MEDIDAS DE SEGURIDAD (01)
TARJETAS DE CRÉDITO Y DÉBITO - EL LAZO LIBANÉS

Aunque los fraudes realizados mediante la falsificación, clonación y otros medios en los sistemas de pago electrónico como son las tarjetas de crédito y débito; se producen durante todos los días del año, se incrementa especialmente en periodos vacacionales y puentes largos ¿Por qué en estas fracciones de tiempo? Pues son varios los motivos, el primero la despreocupación y alejamiento de las cuestiones cotidianas, en segundo lugar la masificación de personas en ciertas zonas y la tardanza en darnos cuenta de haber sido víctimas de un delito.

Como este es un tipo delictivo muy extenso y con modus operandi diversos, vamos a simplificar y a resumir los más habituales, que pueden tener variaciones muy pequeñas, a lo aquí expuesto. Hoy trataremos sobre el denominado "Lazo Libanés".

La operativa "mecanica" de este tipo de delito es muy básica y fácil de llevar a cabo. Un presunto usuario de cajero automático, introduce en la boca lectora de tarjetas una pinza o lazo que retiene la tarjeta usada por el siguiente usuario.
El siguiente usuario del cajero, introduce su tarjeta que evidentemente no es leída al estar atrapada en el sistema de retención e intenta recuperarla, mediante medios lógicos y comedidos, como es apretar la tecla "cancelar" o incluso golpear levemente al cajero automático. Al cabo de pocos segundos, se persona en el recinto del cajero el delincuente haciéndose pasar por un cliente afectado por la misma anomalía.
Gentilmente, se ofrece a la víctima para solucionar su problema común. Desde el teléfono móvil del estafador se llama al supuesto servicio de atención de la entidad bancaria para exponer la problemática. El supuesto operador del banco, solicita al ciente datos diversos como el nombre, el número de DNI y por supuesto el código PIN de la tarjeta que el cajero, supuestamente, ha retenido.
El cliente auténtico, recibe diversas explicaciones y excusas que acostumbran a ser una avería en el sistema, el "operador" telefónico que ya ha recaptado todos los datos del incauto, le sugiere que regrese al día siguiente a la oficina para retirar su tarjeta, con lo cual la incidencia quedará resuelta.

Tanto el afectado real, como el estafador abandonan el recinto del cajero lamentándose de su mutua desgracia, pero el segundo regresa al lugar del crimen unos minutos más tarde, para retirar la tarjeta de la trampa y operar con ella. De entrada, como su cómplice sabe el código PIN, extraerán efectivo a crédito y a débito; amén de realizar compras en distintos establecimientos que no solicitan la debida identificación a quien paga con tarjeta.
Así de sencillo y así de rápido, puede ser uno desplumado sin asumir prácticamente riesgo alguno por los delincuentes. En las zonas de veraneo esto es constante.


En cualquier caso en el que se encuentre:

1.- Llame por sus propios medios a su entidad bancaria para exponer la situación y anular esa tarjeta al instante, no demore ni un minuto en hacerlo o de lo contrario, puede ver vaciada su cuenta de ahorro.

2.- Denuncie el hecho a la policía, si puede hacerlo desde el lugar de los hechos, mejor que mejor; así evita desplazarse y que el delincuente se apropie de su tarjeta. Conserve la denuncia y controle los posibles movimientos en sus cuentas. Si se producen reintegros no realizados por Usted o compras anómalas, realice en la comisaría más cercana una nueva denuncia por uso fraudulento de su tarjeta.

3.- Jamás facilite sus datos personales a nadie por teléfono, a no ser que posea la absoluta certeza de hablar con su entidad bancaria.

4.- Recuerde que si le llega algún cargo por compra directa no realizada por Usted, puede denunciar al establecimiento por la omisión de identificación de quien paga con tarjeta, es decir, no haber solicitado el DNI u otro documento oficial al supuesto cliente.

Esta es básicamente la operativa del llamado "Lazo Libanés". Hay otros tipos delictivos más técnicos y lesivos que les iremos explicando en los próximos días.
Recuerde que siempre, ante la más mínima sospecha, presente la correspondiente denuncia ante la policía y a continuación anule con su entidad bancaria la tarjeta o tarjetas afectadas. De no actuar a tiempo, podemos ser víctimas de una estafa muy lesiva para nuestra economía doméstica.
Conserve siempre la documentación de las denuncias por si ocurren hechos delictivos posteriores, utilizando para ello sus tarjetas, a fin de poder ampliar la denuncia y reclamar el reingreso de su dinero a la entidad bancaria.


Un saludo.

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