sábado, 16 de diciembre de 2017

El peor gobierno desde los tiempos de Calomarde 03 (Y final)

“Nadie que tenga buena fe y buena información puede negar los horrores de esta persecución. Que el número de sacerdotes asesinados haya sido de dieciséis mil o mil seiscientos, el tiempo lo dirá. Pero que durante muchos meses y aun años bastase el mero hecho de ser sacerdote para merecer la pena de muerte, ya de muchos tribunales más o menos irregulares que como hongos salían de los pueblos, ya de revolucionarios que se erigían a sí mismos en verdugos espontáneos, ya de otras formas de venganza o ejecución popular, es un hecho plenamente confirmado.” (Salvador de Madariaga, Ensayo de Historia Contemporánea, Buenos Aires, 1955). Salvador de Madariaga fue diputado a cortes por la segunda república por La Coruña, a través de un partido republicano y autonomista ORGA del que fuera máximo representante Casares Quiroga. Madariaga era un liberal partidario de una Europa organizada federalmente, anglófilo y profundamente anticomunista y antifranquista. Fue ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes en y posteriormente de Justicia en 1934.

Leía hace poco un artículo del nefasto Ángel Viñas en el que cifraba como excepcional el asesinato durante el golpe de estado de 1934 de 36 sacerdotes, siendo este frío número el 51% de las víctimas habidas en Asturias por parte de los alzados. Bueno, pues es para abrirle un expediente académico y hacer que regrese a la escuela para que estudie nuevamente. Es una lástima que no se pueda expedientar a quien ideológicamente falsea y atenta contra la historia ¿Por qué? Muy sencillo, la mentira mina la sociedad y una sociedad sin unos sólidos cimientos puede hundirse en las entrañas del asesinato, de la masacre, de la guerra.

Con la rebelión de 1934, la izquierda española perdió hasta la sombra de autoridad moral para condenar la rebelión de 1936", afirmaba Madariaga en su libro "España". 

Dando un vistazo al devenir de la segunda república, parece que estamos viviendo en la actualidad, los reflejos del enfrentamiento social propio de aquellos años en la actualidad. La Esquerra Republicana de 1932 ya "aconsejaba" a los catalanes que no compraran productos en las tiendas no afines al separatismo o cuyos propietarios no fueran oriundos de esta bendita tierra. El supremacismo racista de esta gente no es nuevo, ya lo practicaban en tiempos de Lluis Companys y de igual manera que hoy, con total impunidad y sin que el gobierno nacional tomara cartas en el asunto.

La segunda república nos abocó a una serie de enfrentamientos sociales promovidos y fomentados por y desde los partidos políticos para que explotaran en la calle, no solo en el espacio público, sino que estalló también entre las familias, entre los vecinos, entre los amigos y los compañeros de trabajo. Igual que está sucediendo hoy mismo.

Esta semana pasada se producía el asesinato de Víctor Laínez por el simple hecho de llevar puestos unos tirantes con la bandera de España. El presunto asesino es un tipejo de origen chileno, okupa, sin oficio ni beneficio, subvencionado y apoyado por la actual alcaldesa de Barcelona, Podemos y toda la izquierda. El asesinato de Víctor Laínez ha tenido poca repercusión en los medios que habitualmente destripan al PP, a la Iglesia y todo aquello que sea contrario a los objetivos izquierdistas de saqueo, hundimiento y empobrecimiento de nuestra Patria. Igual que durante la segunda república.

La segunda república nos trajo episodios de violencia, con armas de fuego, entre grupos rivales, que nos solo no resultaron atajados por la autoridad, sino que continuaron promoviendo los partidos políticos, enloquecidos con la lucha de clases, la revolución obrera, la destrucción de España y la guerra civil. La hemeroteca en internet del periódico "El Socialista" puede consultarse y leer las continuas llamadas a la violencia y a la guerra por parte de los dirigentes del PSOE, como igualmente podemos leer los violentos episodios en los que se matan y se agreden entre ellos mismos. Igual que ocurre hoy.

No menciono el proceso secesionista en mi tierra, porque considero que ya se le ha dado bastante bombo. Solo recordar que el gobierno nacional, apenas si ha hecho nada. Como ocurrió entonces.

Si hago caso a mi intuición:

1) ¿Cabe pensar que en breve vamos a vivir un aumento de la violencia política por parte de la izquierda contra aquellos que no pensamos, ni queremos pensar, como ellos?

2) ¿Cabe pensar que la violencia llamada "política" va a transmutarse en violencia armada con tiroteos en las calles entre grupos de opinión diversa? ¿Van a convertirse los asesinos en víctimas por una legitimidad política que siempre se da a si misma la izquierda? ¿La respuesta armada a la violencia comunista, podemita en este momento, va a ser tildada de fascismo o de legítima defensa?

3) ¿Cabe pensar que lo siguiente, a medio plazo, sea un enfrentamiento civil no en forma de guerra, pero sí en forma grupos semi armados que violenten constantemente a sus contrarios?

Nos hallamos en un momento muy frágil de nuestra historia. La tibieza mostrada por los gobiernos en los últimos treinta años consintiendo mil barbaridades y permitiendo la violación constante de la ley por separatistas, comunistas y demás chusma; no puede llevarnos a otra circunstancia que el desmembramiento de nuestra sociedad. La partitocracia corrupta y pactista con los separatistas, anteponiendo los intereses de los partidos por encima de los intereses nacionales, han convertido España en una ciénaga de corruptelas cuyos resultados públicos todos los políticos intentan esquivar y mucho me temo que nadie va a tener el valor suficiente de plantarse y decir ¡¡ BASTA !!

Probablemente estamos ya a las puertas de un punto sin retorno. Dios quiera que llamemos a esa puerta y nadie la abra. Dios quiera enviarnos un milagro para reparar, recimentar y reformar nuestra herida España, la Patria de todos.

El peor gobierno desde los tiempos de Calomarde, también así podría definir don Jacinto Benavente la gestión de Mariano Rajoy.





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