sábado, 16 de diciembre de 2017

El peor gobierno desde los tiempos de Calomarde (01)

Desde hace mucho tiempo mantengo, y no me apeo de esa afirmación, que en España no respetamos la ley y ello es causa de nuestros males. Además, nos complace alardear de ello y alabar al gobernante, empresario o particular que se salta la normativa o se la pasa directamente por la entrepierna. Esa especie de acto "heroico" o de postureo, es aplaudida por la masa sin pensar en las consecuencias posteriores; así nos pasa lo que nos pasa.

En los últimos meses he tenido la oportunidad de repasar algunos pasajes de nuestra historia a través de internet y he intentado contrastar datos entre autores de diversas tendencias ideológicas, cada cual arrima el ascua a su sardina y lo más sorprendente es la prevalencia de la cuestión ideológica de cada autor por encima de la objetividad e incluso del contexto histórico. Hoy día no podemos comparar a un liberal de principios del XIX con uno actual, hoy un liberal del PP no tiene ni tan siquiera equivalencia con aquellos, tal vez porque han institucionalizado en el sueldo público una forma de vida pacata, absurda y de traición. En cambio si podemos comparar a los de Podemos con los comunistas que llevaron, primero a Rusia y luego al resto del mundo, a una de las mayores masacres de la humanidad, sin contar los terribles periodos bélicos que asolaron el mundo durante el siglo XX.

Se aplaudió e incluso homenajeó posteriormente la figura de la infanta Luisa Carlota por el bofetón dado a Francisco Tadeo Calomarde. Dicen diversas crónica apócrifas que mientras el ministro de Gracia y Justicia se acariciaba el rostro, musitaba aquello de "manos blancas no ofenden", hay quien asegura que la tal infanta resolvió la situación con otra frase: "pero hacen daño". Hay quien ve este episodio con una cierta "ternura" cuando en realidad hemos de analizarlo con la gravedad que ello supone y a los hechos que nos condujeron: 1) La infanta Carlota resuelve con una bofetada una clara violación de la ley, en favor de su sobrina Isabel y 2) El imbécil de Calomarde, consiente un incumplimiento legal siendo ministro, aquí nadie es juzgado, aquí nadie paga y nos queda abierto un conflicto tremendo.

No es solamente un conflicto dinástico lo que nos queda abierto, no es solamente una cuestión sucesoria, es la llegada ilegal al trono de Isabel y de toda la camarilla que realmente desgobernó y acabó arruinando a las Españas. Las guerras carlistas no son una rabieta por la Corona, sino una lucha a la que se suman miles de voluntarios en defensa de nuestras tradiciones y por supuesto de nuestro Rey, pero por supuestísimo en defensa de la Patria que está por encima del monarca. 

La "monarquía" liberal liderada por María Cristina de Borbón Dos Sicilias y el entorno de palacio, no resultó ser otra cosa que una gran cama en la que se convirtió un sistema protituido desde su origen. Una reina consorte con el nefasto Fernando VII, que no regente a posteriori, sino enfrascada en su vida amorosa con el capitán Agustín Fernando Muñoz Sánchez. Efectivamente, poco tiempo guardó el luto de su marido doña María Cristina, Fernando VII fallece el 29 de septiembre de 1833 y contrae matrimonio con Muñoz Sánchez el 28 de diciembre de ese mismo año. Resulta curioso ¿Verdad? Más curioso es que de este matrimonio denominado "morganático" y que aunque no estoy muy puesto en derecho debería haber supuesto la deposición de la "regente", como decía, este matrimonio tiene ocho hijos, la primera nacida en 1834 y el último en 1846.

Curioso es también que Fernando VII con sus anteriores esposas: María Antonia de Nápoles, María Isabel de Braganza o María Josefa Amalia de Sajonia; murieran sus hijos al poco de haber nacido o tuvieran un notable número de abortos. Hay quien sostiene diversas teorías sobre la poca capacidad de fecundación del Rey y la "avispada" capacidad de María Cristina para darle dos hijas.

No olvidemos que la legalidad fue violentada en las Españas por aquellos que podían hacerlo, los que regentaban el poder y/o pasaban por la cama de María Cristina y posteriormente por la de Isabel, quien probablemente nos dejó en el trono usurpado un hijo que no era de su marido, hecho que incluso los liberales daban por cierto.

AGUSTÍN FERNANDO MUÑOZ SÁNCHEZ
Mientras la acción de gobierno se perpetraba desde el catre, desde el descontrol absoluto y desde el incumplimiento total de las leyes, España se desangró en guerras y en la pérdida del resto de nuestro imperio. Una España con una monarquía ilegítima e ilegal que nos llevó a una primera república en la que uno de sus presidentes desertó igual que un mal estudiante deja de asistir a clase, pero con la irresponsabilidad de dejar a una Nación desprotegida.

Y continuamos sin haber aprendido nada, continuamos saltándonos la ley y lo vemos como un acto valeroso. ¡CON UN PAR! gritamos jubilosos ante la indecencia de un hecho presuntamente "gracioso" que supone no respetar las leyes, sin tener la conciencia de la ruina a la que nos lleva esta gran gilipollez genética que tenemos, no como pueblo pero sí como masa descerebrada.

Decía Benavente por los años de la nefasta segunda república: "El peor gobierno desde los tiempos de Calomarde" en referencia al inútil y heroinómano Casares Quiroga.

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