La capilla ardiente de don Carlos Hugo de Borbón, instalada en un palacio propiedad de la familia real holandesa, que reconoce al duque de Parma como príncipe; ha sido visitada por sus hijos, hermanas, la familia real de Holanda y especialmente por doña Irene. La ausencia de doña Francisca, parece ser debida a motivos de salud. Don Sixto, a mi entender, debería haber estado también ahí.
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